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Dar gracias transforma tu vida. Este hábito que puede parecer tan simple te hace apreciar hasta las cosas más simples de tu vida, cosas que das por hechas hasta que un día de repente te hacen falta, como el agua, el sol, como los alimentos y el techo en el que habitas.

Ser agradecido te ayuda a:

-Sentirse más conectado (menos solitario).
-Tener un sistema inmunológico más fuerte.
-Mejora el equilibrio emocional.
– Dormir mejor
-Tener más energía
-Más confianza en nosotros mismos
-Relajación más profunda
-Ser más creativo
-Recuperarte más rápido de la dificultad

Aquí te presentamos 4 formas de practicar la gratitud:

Escribe una nota de agradecimiento. Puedes hacerte más feliz y nutrir tu relación con otra persona escribiendo una carta de agradecimiento que exprese tu disfrute y aprecio por el impacto de esa persona en tu vida. Si no tienes tiempo simplemente piensa en la persona que hizo algo bueno por ti.

Lleva un diario de gratitud y bendiciones. Convierte en un hábito escribir lo bueno que sucedió en tu día. Cuenta el baño con agua caliente, la toalla limpia con la que te secaste, y el jabón con el que te limpiaste.

Orar. Las personas que son religiosas pueden usar la oración para cultivar la gratitud.

Meditar. La meditación de atención plena implica enfocarse en el momento presente sin juzgar. Si bien las personas a menudo se enfocan en una palabra o frase (como «paz»), también es posible enfocarse en aquello por lo que estás agradecido (la calidez del sol, un sonido agradable, etc.).

Fuentes: https://www.health.harvard.edu  ,https://www.mindbodygreen.com

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